lunes, 15 de septiembre de 2008

Vienen entregando condecoraciones

Vienen
entregando condecoraciones
calle por calle
sólo por estar ahí

pero aquí nunca llegan
las veredas rotas
las pobres cortinas
la tranquera

y nosotros
bombones de Brangus
afiliados a cualquier escape
siempre tan etéreos...

perdidos después de la tercer pitada
tan ciegamente pérfidos
como los que nos cegaron con perfidia
como los que vienen entregando condecoraciones

calle por calle, casa por casa
condecorando a la gente por estar,
condecorando a la gente por ser estúpida y previsible
por ser tan vaca

pero no nos ven
ni una miserable estampita
de La Difunta Correa
tienen para nosotros

Condecoran a la gente porque les gustó Titanic
porque prefieren el azul al verde, o viceversa
pero a nosotros no nos condecoran porque nos guste la traversa
y nos la comamos con un tomate partido al medio y rociado con sal fina

aunque después tomemos ranitidina
y la esperemos con flores en la esquina
ella no se presenta, y nos fulmina
con su ausencia, la mezquina

Oh, condecoración asesina
tu tono te delata de botona y de milica
de consenso y mierda de mente chica
calle por calle de tu barrio concheto

lleno de miedo de perro
de perros con collares
collares de los que cuelgan
todas las condecoraciones posibles...

de esas que aquí no llegan
de esas que podríamos rechazar honrosamente
dado que todo lo hicimos por amor a la Patria
la Patria era una piba que rajaba la tierra
y no existió en el universo condecoración más alta
que la mirada de su ojo oscuro.

pero ella hubiera rechazado las condecoraciones
ella que todo lo hizo por amor al pueblo
ninguna calle lleva su nombre
ni aún la del rancho y la tapera
esa que todavía ingenua espera
que del cielo le lleguen vacaciones.