Me encantaría
vivir
en la Calle 22
Todo ese
glamour
de vivir
en la Calle 22.
Esos lindos chalets,
esos bellos
jardines
de la Calle 22.
Una densa arboleda
sombrea el
pavimento
de la Calle 22.
Esas camionetas
que cuestan
un huevo y una teta,
estacionadas
sobre la Calle 22.
Fiestas con champán,
y a la mandanga le dan
Yacuzis hot
con Superman
en la Calle 22.
Toda esa seguridad...
desde una garita
vigilan apuntando
cuando vas pasando
por la calle 22.
Las cámaras registran
desde el ángulo
de una esquina
el devenir de la Calle 22.
El fin del mundo
es el presente
mientras los perros
se comen a un indigente
de esos que no
pertenecen
a la Calle 22.
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