No encontré el espejo arriba,
donde me dijiste estaba,
porqué
me lo han sacado
de donde pienso
como me siento,
cuando me siento
ahora miro
a la pared
y no me encuentro,
no sé si existo
o sólo soy
un pensamiento,
un fantasma
atascado
en un recuerdo...
Extraño esa compañia,
la de mi espejo,
¿está muy lejos?
amable siempre él
me devolvía
un fiel reflejo
especular
según entiendo.
Ahora mirarme
yo más no puedo,
ni comprobar
si se descose el ruedo,
ni el mal salido cuello ,
o si los pocos
pelos,
que aún me quedan
están peinados
o deshechos,
debo
recomponerme
de memoria,
como un ciego,
como aquel
inconsolable
del verso
de Carriego,
que todo el mundo
cita
pero nadie leyó
( El que fuma y fuma, etcétera)
No hay comentarios:
Publicar un comentario