domingo, 30 de junio de 2024

A LOS DE LA TERCERA EDAD (DICEN QUE LA SEGUNDA INFANCIA, PERO NO ES ASÍ)


Adiós al cabello, antaño tan bello,

Cubriendo mi cráneo, orgulloso de ello.

La gorra expresa por él mi desvelo,

Su campo arrasado justifica mi duelo.


Porciones del cráneo que, antes peludos,

Ahora develan cuero cabelludo.

Mas la realidad, implacable y dura,

Mostrando mi calva, sin piedad alguna.


Recuerdo los días en que mi estatura

Alcanzaba el millón setecientos cincuenta mil micrones.

Hoy, la gravedad, con sus crueles acciones,

A un millón seiscientos noventa mil achicó mi altura.


Los tacos que tan alto me hacían a una tierna edad

Ya no están y la vida me encoge sin piedad

Estoy envejeciendo, me están llamando abuelo

volviéndome petiso, más cerca ya del suelo.


Oigo menos, cada día más sordo me vuelvo,

Debo acercar las cosas para poder entender.

Y cuando intento leer, debo alejar y extender,

Pues mis ojos ya no enfocan como antaño lo hicieron.


Lectura genital, así le llamo sin exceso,

Pues debo bajar la mirada hasta la altura de mi sexo

Para leer las letras, antes fáciles de ver.

Los bifocales ahora forman parte de mi ser.


Gota, colesterol, presión alta y diabetes,

Personajes secundarios que sin invitarlos se meten

Reumatismo, artrosis, hombros caídos, todo avisa

Que la salud se va inclinando como una torre de Pisa.


Detrás de ellos, la muerte se esconde, acechante,

Nos recuerda que no es eterna la vida tremolante

Pero aun así, luchamos por seguir viviendo,

Como la torre de Pisa seguiremos resistiendo.


Dejar la belleza de la vida, con pena en el corazón,

Pero también decimos adiós a sufrimiento y dolor

La muerte, nos libra de angustias y rencor,

De placer, del amor, del esfuerzo y de la frustración.


Pero hasta entonces, batallaremos, sin darnos por vencidos,

Nadie murió en la víspera, no todo está perdido...

Envejecer es un privilegio de parte de la humanidad

de haber sido semilla, planta, flor, fruto y oportunidad...

martes, 11 de junio de 2024

Cien mil rieles bajo la herrumbre

Cien mil rieles bajo la herrumbre

Mil horas en tren  


Cien mil rieles mordidos por la noche  

lo que quedó  

del mapa de tu nombre.  

Cien mil rieles.  


Ahora que el silbato  

se ahoga en su propio eco,  

han pasado más lunas  

que vagones vacíos,  

que estaciones quemadas,  

que huellas en el carbón.  


Cien mil rieles hacia el mar muerto  

sin saliva ni cigarrillos de menta.  

Cien mil rieles,  

retorciéndose en la curva del regreso.  


Cien mil rieles,  

ni un polvo de estrellas en el equipaje.  

Cien mil rieles,  

la locomotora escupe tu retrato.  


Resuciten los durmientes,  

los tornillos que olvidaron su oficio.  

El paisaje repite su úlcera:  

árboles calvos, postes sangrando óxido.  

La sombra del revisor dibuja un haikú  

en mi boleto sin destino.  


Cien mil rieles,  

cien mil grietas en el espejo del tiempo.  

¿Cuándo romperá el tren su jaula de números?  

¿Cuándo será mi cuerpo  

solo un equipaje perdido  

en el andén que devora los relojes?  


¿Será cuando la máquina  

—loca de tanto tragar kilómetros—  

vomite el último secreto:  

que la estación final  

era el hueco de tu mano  

donde el universo aprendió a latir  

al revés? 

jueves, 6 de junio de 2024

FREELANCER NOCTÁMBULO


Cuando cayendo lentamente en la tristeza soy un freelancer noctámbulo en mi pieza ¿o son las moscas que atacan mi cabeza las que recuerdan?

Pillos que andan por la noche y me acompañan... (aquí completar estrofa e inventar estribillo para que canten los pillos) ¿Las ausentes muñecas de porcelana (dando suspiros cuando llegó la mañana) hicieron todo aquello que les entró en gana? ¿Cómo se entiende? Brillos, destellos en la noche que me acompañan... (Aquí completar la estrofa e inventar estribillo que no haya perdido el brillo) La fiesta se acabó y en su tardanza sus restos se resisten y no en la lontananza se ven los caídos de pasadas bonanzas cuya panza ahora llora Membrillo compañero de la noche cómo se te extraña... (Aquí completar la estrofa e inventar estribillo para comer membrillo) El fin de los tiempos se avecina creyendo en metaversos te asesinan si pronto no despiertas no hay salida y como estalla tu locura clínica Cuentillo que nos duermes por las noches que Dios proveerá, o cualquier otra cosa... (Aquí completar la estrofa e inventar estribillo que resuma el cuentillo)

Y, en la noche los sueños se despiertan
y retornan recuerdos pasados que atormentan
como viejos en un umbral, éstos comentan
el tiempo que se fue y no volverá

Cintillo que te ausentas en la noche
como el amor te creías eterno... (Aquí completar la estrofa e inventar un estribillo para encontrar el cintillo)

En la noche, los fantasmas no se esconden
con sus voces espectrales nos responden
o será que no sabemos bien adonde
si es que iremos finalmente a transmigrar

Vapores fantasmales de tintillo
espíritus etílicos perdidos...
(Aquí completar la estrofa
e inventar un estribillo
hasta encontrar el tintillo)

La noche inmensa te hace sentir humilde
somera luz coloca alguna tilde
en esa oscuridad que no se mide
y te abruma como las plumas

Y en esa oscuridad monstruosa yo me humillo
porque para siempre se han perdido los anillos...
(Aquí completar la estrofa
e inventar un estribillo
para que canten los grillos)



miércoles, 5 de junio de 2024

TONI Y EL CAPITÁN


Toni estaba siempre, junto al capitán  

Era su amor, su compañero, su encantador galán  

Tenían una banda y lo hacían muy bien  

Pelaban mucho dedo, tocaban como cien  


Detrás del dúo monstruoso, honroso, el batero  

les seguía bien el tren, con ritmo muy certero.  

Finalmente Toni con el capitán,  se casó  

y todo fue amor, canción, fragor, pasión, fulgor


Las palabras que rematan cada verso  

se entrelazan, en concordia consonante   

No es converso, ni perverso lo diverso,

y así a mí me resulta mucho más interesante


Quizás había un detalle que Toni no había notado  

el capitán no se sacaba nunca los anteojos ahumados.  

Distrayendo con su ancla y su brújula había ocultado  

sus grandes ojos de plato volador insolado  


Los ojos del capitán eran como dos planetas  

húmedos y brillosos y de una extensión sin meta  

Toni, al descubrir este rasgo extraterrestre  

no pudo soportarlo y huyó como a la peste  


Las palabras que rematan cada verso  

se entrelazan, en concordia consonante   

No es converso, ni perverso lo diverso,

y así a mí me resulta mucho más interesante


Se fue con el batero, común de cuerpo entero,  

con ojitos normales, un rubiecito güero,  

y Toni siguió con pasión por la canción con emoción   

demostrando así al mundo que siempre habría amor.


Entretanto el pobre capitán lloró y lloró.  

Y lloró y lloró, hasta que se ahogó.  

Dos ríos de lágrimas llenaron su habitación  

y así lo encontró el ovni de repatriación.


Las palabras que rematan cada verso  

se entrelazan, en concordia consonante   

no es converso, ni perverso lo diverso,

y así a mí me resulta mucho más interesante